Melocotón Loco
- Lia Tommo
- 15 jul 2019
- 3 Min. de lectura
Recuerdo que la primera vez que leí este libro me gustó, pero había escenas que según mi "yo de 16 años" dejaban mucho que desear. Soy una persona a la que las escenas de vergüenza ajena, ya sean en películas, series o libros le horripilan. Y es que son tan vergonzosas que siento que me ocurren a mí misma y por eso tengo la necesidad de saltarlas.
Esto es lo que me pasó la primera vez que lo leí. Sin embargo, me ha causado una impresión totalmente distinta esta vez.
La verdad es que el personaje de Ana me encanta, es muy fiel a sí misma y a sus creencias, está como una cabra y a pesar de todo es un personaje al que me gustaría materializar como amiga.
La historia comienza cuando a su vecina Encarna se le prende fuego la cocina y tienen que venir los bomberos para socorrerlas. Ahí es cuando hace su primera aparición Rodrigo, el cabo de los bomberos, con ojos azules ¡y una sonrisa que echa para atrás! Es irremediable que Ana no caiga por él, cualquiera en su situación lo haría.
Ana y Nekane regentan un estudio de fotografía en el casco antiguo de Madrid. Un día se declara un incendio en su edificio y, aunque están acostumbradas a trabajar con modelos de lo más glamurosos, no pueden dejar de sorprenderse ante aquellos valerosos «machomanes» vestidos de azul que no se preocupan porque su pelo se encrespe ni sus manos se ensucien.
Cuando el objetivo de la cámara de Ana se centra en Rodrigo, su corazón le indica que ya nada volverá a ser igual. Él se da cuenta de lo embobada que lo está mirando y, a pesar de que no le gusta, inician una extraña amistad.
Todo se complica cuando Ana descubre que está embarazada y Nekane la anima a que cumpla su fantasía sexual con el bombero antes de que la barriga, las estrías y los vómitos matinales se manifiesten y lo espanten.
Pero una mentira de Ana a sus padres ocasionará un sinfín de enredos y situaciones alucinantes que dejarán a Rodrigo sin habla.

A lo largo de la historia irás ratificando que Ana es una lianta, no ha salido de una cuando ya se ha metido en otra. Su madre es algo conservadora, por eso cuando se le escapa decir que esta embarazada no podrá hacer otra cosa que meter en ese embrollo a Rodrigo.
Esta historia es algo caótica y no sabría como seguir describiéndola sin hacer demasiados spoilers. Solo diré que la relación entre Rodrigo y Ana es un baivén, que ahora sí, ahora no, que cuando uno quiere el otro no, y cuando el uno no el otro sí.
Es una historia muy divertida, adictiva y como todas las historias de Megan Maxwell llenas de pasión, amor y azúcar.
En la mayoría de las historias de Megan Maxwell (a excepción de las que son históricas y alguna que otra concreta) suelen tener uno o dos personajes que destacan por su forma de hablar y su forma de expresarse. En este caso es inevitable reirte con Encarna y sus "choros, neñas..." Y con Nekane y sus "lamadrequeteparió".
Creo que todavía no ha llegado el momento de no recomendar alguno de sus libros, a mí con el amor y el azúcar se me conquista rápidamente; por eso, este libro también tiene un gran SI de recomendadísimo.
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