Persiguiendo a Silvia

Soy consciente de que hay más autorxs que Megan Maxwell y Beta Coqueta, pero que le voy a hacer si estoy enganchada a sus mundos. 

Esta vez la historia es erótica, puesto que estas escenas tienen un papel principal en la historia.

Silvia narra como comenzó su historia de “amor” con Álvaro, su jefe, y como se fue deteriorando hasta llegar a la situación actual. Digo “amor” puesto que realmente no empieza como algo romántico, si no como algo físico, con una tremenda atracción sexual entre ellos. Sin embargo, tras acabar con su peculiar relación no pueden verse en persona sin odiarse y ponerse a prueba mutuamente.

Algo que me encanta de esta novela es el personaje de Silvia; tiene unas salidas de tiesto dignas de una comedia, de verdad, es una persona que como amiga sería la leche.

Silvia trabaja en una importante multinacional y está perdida. Silvia necesita encontrar a alguien para olvidar a Álvaro. Álvaro es su jefe y acaba de romperle el corazón. Bea, su mejor amiga, le propone un viaje... Y allí Silvia se encuentra con Gabriel... Gabriel es una estrella de rock y también tiene problemas. Silvia y Gabriel conectan desde el principio. Y pronto descubrirán que ese encuentro cambiará sus vidas.

La historia va saltando entre su relación con Álvaro y con Gabriel. Me encanta el hecho de que él sea un famoso músico con fama internacional, pero aún me gusta más la forma extraña de conocerse.  Silvia se ha ido de viaje con una de sus amigas, la cual liga y por consiguiente la obliga a pasar la noche fuera; acaba en una playa sentada mirando a la nada, donde aparece Gabriel. Ambos entablan conversación y acaban en una fiesta de la que se supone que es anfitrión. Finalmente pasan la noche juntos (que no revueltos) y entablan una amistad cuanto menos peculiar.

Mentiría si dijera que mi parte favorita no es en la que aparece Gabriel, y es que al final, es él quien está ahí para Silvia. En un principio parece que son buenos el uno para el otro; ambos se tienen cuando se necesitan o para desahogarse, a pesar de que Gabriel vive en Los Ángeles y Silvia en Madrid. Con forme su relación se va desarrollando (siempre acompañados de locuras) se va descubriendo el verdadero fondo de dicha relación y se puede percibir el caos que pronto los abordará.

No diré mucho sobre dicho caos, pero cuando una persona no está bien consigo mismx poco puede hacer otra persona para que dicha parte no salga nunca a la luz. La salud mental es más importante de lo que parece a simple vista.

En cuanto a la puntuación, le doy un 4/5. Me gusta la historia, pero llega un momento que los flashbacks sobre Álvaro me “aburren”. No sería la elección de palabras más adecuada, pero para explicarme diré que la parte de su historia con Gabriel me atrapa tanto que el resto de las escenas no me “interesan” tanto.