Valeria en blanco y negro #Valeria3
- Lia Tommo
- 17 ago 2019
- 2 Min. de lectura
Si, el vicio por la saga es real. Y más teniendo en cuenta como está la situación con Valeria y con Victor. El final de la segunda parte no es muy esclarecedor ni esperenzador.
Tras haber leído este libro solo puedo avisaros de que probablemente se os rompa un poquito el corazón. Y es que además de la situación con Victor y de como su relación se ha ido estropeando, como no le pueden encontrar solución. Como sí pero no, no pero sí. Y si encima a esto le añadimos la aparición de Bruno... Ñe...
Valeria encuentra un sujetador que no es suyo en la casa de Víctor. Valeria se siente humillada, engañada, estúpida… Y de pronto aparece Bruno, ¡peligro! Y mientras el mundo se pone patas arriba… Lola conoce a Rai en sus clases de chino. Carmen tiene problemas en la organización de su boda y Nerea se ha cansado de ser Nerea la Fría.

Sin embargo, con forme Valeria va hablando de Bruno es difícil no cogerle cariño, aunque todos queremos que Victor se estampe contra la pared y se de cuenta de que ha sido un gilipollas. Ups.
En cuanto a Lola, decide aventurarse con Rai, un chico que conoce en la escuela de idiomas, sin embargo, tras un par de citas descubre un pequeño secreto que la echa un poco para atrás.
Si nos centramos en la historia de Carmen, todas se preparan para celebrar la boda inminente, motivo por el cual deciden "secuestrarla" y llevársela de viaje a Ámsterdam. Por el resto, el mayor problema al que se enfrenta Carmen es a la búsqueda del dichoso vestido. Sin embargo, esto hace que Nerea se de cuenta de que está desperdiciando la vida en un trabajo que ni le gusta, ni la llena. Por lo que decide aventurarse en un proyecto algo más personal.
Una de mis escenas favoritas es la fiesta de cumpleaños de Lola en el que aparecen Rai, Bruno, Víctor, Nerea... O más bien la escena de resaca donde se ve como realmente ha acabado todo. Y es que se puede considerar que la fiesta es el punto de inflexión para los protagonistas de esta saga. El "trío" Bruno, Víctor y Valeria. Lola acepta realmente su situación y le planta cara. El mini cambio de Nerea. Y la escena final, la boda de Carmen y Borja.
El libro sigue perteneciendo al mismo género que las dos entregas anteriores, y la puntuación sigue siendo la misma. Podría considerar esa saga como una de mis grandes favoritas; 5/5.
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